ACAIP-UGT ha solicitado al Ministerio de Sanidad y a la Consejería de Economía y Políticas Sociales que tenga en cuenta la edad media de los funcionarios de prisiones de Melilla, 53 años, a la hora de programar la vacunación frente a la Covid-19 de este colectivo. El sindicato explica que el programa diseñado para instituciones penitenciarias con la vacuna Astrazeneca deja fuera a todos los nacidos antes de 1966, por lo que gran parte de los trabajadores de la prisión de Melilla “van a quedarse fuera”.
Así las cosas, reclama una estrategia para que todos los trabajadores penitenciarios puedan quedar protegidos de manera simultánea frente al coronavirus. ACAIP-UGT recuerda que uno de los principales vectores de contagio en un entorno cerrado como la cárcel es el personal que accede desde el exterior, por lo que “no tener en cuenta la media de edad de los trabajadores penitenciarios, y la vacunación completa de todos, podría suponer que no se cumpliera el objetivo de preservar la salud de los internos y trabajadores al quedar prácticamente la mitad de la plantilla sin poder acceder a la vacuna de Astrazeneca”.
El sindicato señala que, según datos aportados por la administración penitenciaria, la media de edad de los empleados en la cárcel local es de 53 años, siendo la media nacional de 49. Esta situación, dice ACAIP-UGT, pone de manifiesto la necesidad “urgente” de completar las más de 2.500 vacantes que existen en Instituciones Penitenciarias para, por un lado, reducir esta media de edad con las nuevas incorporaciones y, por otro, adelantarse a las jubilaciones que se prevén en los próximos años y suplir a los que pasen a segunda actividad.