Adelante Melilla ha denunciado que, hasta el 8 de enero, se haya prohibido el comercio transfronterizo y que se haya tomado esta decisión sin antes avisar a los comerciantes de la ciudad. Amin Azmani pide a la Delegación del Gobierno que tome cartas en el asunto y que se revierta esta situación porque es una “locura y una irresponsabilidad” y porque de lo contrario, se estaría contribuyendo a asfixiar la economía local.
El número uno de la formación asegura que, desde hace semanas, la propia Guardia Civil lleva informando a los compradores marroquíes que los puestos fronterizos se iban a cerrar desde el día 16 de diciembre hasta el 8 de enero. Si bien, Azmani señala que cuando los comerciantes de la ciudad le han preguntado a la Delegación del Gobierno por este asunto, se le ha desmentido “rotundamente”.
Ante lo expuesto, Azmani entiende que “o la Delegación del Gobierno miente o no se entera de lo que ocurre en sus fronteras y deja que otros decidan por ella”. De cualquier forma, considera que ambas opciones “son muy graves” y cree que este hecho pone de manifiesto que no hay “ni capacidad, ni voluntad política” para solucionar los problemas de Melilla.
Adelante Melilla, que señala “que no se puede cerrar el comercio transfronterizo durante más de tres semanas”, le pregunta a la delegada del Gobierno si es consciente de lo que está haciendo y provocando al permitir esta situación. Azmani insiste en que no es una decisión que pueda tomar ni la Guardia Civil ni la Jefatura de la Policía Nacional y pide a Sabrina Moh que, como máxima responsable de la gestión fronteriza, dé una solución.
Al hilo de lo expuesto, y para evitar la descoordinación y las decisiones arbitrarias que, a su juicio, se están dando en todo lo relacionado con la frontera, Azmani propone la creación de una comisión permanente de gestión fronteriza.