Respecto a la polémica que ha surgido estos días por la reapertura de los gimnasios, Rachid Bussian ha comentado que son las autoridades sanitarias de la Ciudad las que tienen la última palabra, pero puntualiza que su área ha actuado siempre siguiendo las indicaciones del Consejo Superior de Deporte “que es el órgano consultivo más importante” en este ámbito y que permitía la posibilidad de abrir estas instalaciones -con una serie de limitaciones- “desde la fase 1” del proceso de desescalada.
Bussian ha explicado que, en base a esto y a la propia orden que emitió el Ministerio de Sanidad, la Consejería de Deportes remitió a Salud Pública una serie de propuestas cuando Melilla entró en la fase 1 con el objetivo de que los gimnasios pudieran abrir sus puertas. Sin embargo, Salud Pública las rechazó al entender que no se podía garantizar la seguridad de los melillenses en estas instalaciones.
De igual forma se hizo cuando la ciudad entró en la fase dos, esta vez sin contestación alguna por parte de la consejería que dirige Mohamed Mohamed Mohand. Fue este silencio, dice, lo que le hizo entender a su área que se permitía la apertura de los gimnasios.