‘Reflejos en una habitación’, la ópera prima de la cineasta melillense Ceres Machado, está arrasando en su primera semana de vida tras su estreno el pasado 12 de noviembre en la 49 edición del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano. Machado se trae a Melilla el premio Juan Ramón Jiménez a la mejor dirección andaluza en la Sección Talento Andaluz.
«Estoy profundamente emocionada y agradecida por el reconocimiento que ‘Reflejos en una Habitación’ está recibiendo. Este premio Juan Ramón Jiménez a la mejor dirección andaluza es un honor y un impulso para seguir creando”, ha asegurado Machado, quien también ha agradecido al IES Pablo Neruda de Huelva por otorgarle el premio al mejor largometraje. “Es un reconocimiento a la dedicación y pasión que todo el equipo ha puesto en esta película», dice.
También se ha referido a los dos premios que ha logrado ‘Reflejos en una habitación’ en el Festival Cine No Visto. Apunta que «ganar el premio del público en este festival es increíblemente gratificante. Saber que nuestra historia ha conectado con los espectadores es la mejor recompensa que puedo tener», al tiempo que tiene palabras de agradecimiento para los organizadores del festival de Linares. «La mención especial en el Festival Cine No Visto es una prueba de que el cine de autora sigue siendo una fuerza vital en la narrativa contemporánea. Estoy emocionada por lo que esto representa para nuestro equipo».
Ceres Machado dedica estos primeros premios de la película a su familia, por su apoyo incondicional, «porque su fe en mis sueños me ha permitido llegar a este momento». También ha destacado el apoyo crucial de la Viceconsejería de Igualdad y del Patronato de Turismo, instituciones que han jugado un papel esencial, «ya que su confianza y respaldo han sido elementos clave para que ‘Reflejos en una Habitación’ esté hoy en Huelva y pueda seguir adelante».
Por último, no olvida al elenco y al equipo técnico. «Trabajar con actores de la talla de Adriana Ozores, Alejandro Vergara o David Tortosa ha sido una experiencia enriquecedora», concluye