El presidente de la Asociación de Hostelería, Chakib Mohamed, admite que la situación actual de la hostelería de la ciudad no es positiva y compara la facturación de agosto de 2023 con la del presente año, ratificando una bajada de un 22 por ciento.
Según ha explicado este descenso se debe a que este año los melillenses “han viajado más”.
Además, entiende que el consumo en terrazas ha disminuido a causa del tiempo: por las mañanas hace un calor extremo y por las noches hay viento de levante, lo que impide que haya una mayor clientela.
El presidente aclara que si la comparación se realiza con el año 2022, la bajada ha sido de un 8–9 por ciento. “Estamos prácticamente igual”, incide.