Coalición por Melilla se opone a la apertura al tráfico del Dique Sur porque supone “un retroceso” en las políticas medioambientales que luchan por dejar más espacio al peatón y las bicicletas en una ciudad “cada vez más agobiada por una excesiva carga de vehículos a motor”.
Emilio Guerra cree que desde que se mantuvo esta zona cerrada para el acceso a coches “ha servicio a los melillenses de auténtico pulmón” y, por este motivo, no se debe “caer en los viejos errores de siempre”.
El cepemista defiende la necesidad de un “reequilibrio territorial” para gozar de una mejor distribución de los espacios urbanos y naturales. Manifiesta que, “con buena voluntad y entendimiento”, se pueden crear medidas que consigan “satisfacer a todas las opiniones de los melillenses” y se muestra colaborador para “proteger los pocos espacios naturales” que existen en Melilla.