CSIF exige al Ministerio de Educación y Formación Profesional que facilite y permita la conciliación laboral y familiar tanto de los padres como de los docentes. El sindicato señala que, si no se puede garantizar esta conciliación con aulas en los centros escolares, se debe permitir la flexibilización de los horarios o el teletrabajo, como se hace en otros ministerios.
Así las cosas, CSIF cree que, al imposibilitar la conciliación de los padres, la cadena se va a romper por el eslabón más débil, lo que obligará a muchas madres a perder su trabajo y provocará desigualdades de género. El sindicato asegura que el Ministerio de Educación tiene la obligación de priorizar el acceso de los hijos de docentes a las aulas de conciliación, algo que, de momento, no está asegurado.
El modelo escogido de clases partidas, dice el sindicato, atiende a la elevada ratio que sufre Melilla, “fruto de años sin construcción escolar”. Ante esta situación, CSIF se pregunta qué está haciendo la Dirección Provincial para paliar esta situación, ya que la pandemia pasará, pero las altas ratios seguirán si no se construye. El sindicato pide que se pongan “manos a la obra” para buscar solares y solicitar partidas económicas para construir más centros educativos.