Eduardo de Castro ha ofrecido la ponencia ‘Soberanía española de Ceuta y Melilla en el contexto de las relaciones España-Marruecos’ ante profesores, doctorados y alumnos de posgrado de la Universidad de Oxford interesados en la realidad política y económica de la ciudad.
Ha remarcado que la españolidad de Ceuta y Melilla «es un hecho indiscutible en cualquiera de sus observaciones: histórica, jurídica, cultural, social y política». Reivindica que no existe ningún debate que cuestione la pertenencia de ambas ciudades autónomas a España, si bien reconoce que, “de manera periódica, reincidente e incluso alevosa”, Marruecos ahonda en su estrategia de expansión territorial con declaraciones que cuestionan la integridad y la pertenencia de Ceuta y Melilla a España.
Refiriéndose a las afrentas del país vecino, como el cierre unilateral de la aduana comercial, el presidente de la Ciudad reclama unas relaciones de buena vecindad entre ambos países “basadas en la reciprocidad».
A su entender, la situación de Melilla “invita” a que el Estado escuche y atienda las demandas de la ciudad, de ahí que vuelva a defender que cuente con representación institucional en Europa y considera “fundamental” lograr que Ceuta y Melilla formen parte del Comité Europeo de las Regiones. En esta línea, ha compartido con los asistentes la necesidad de que Melilla “esté presente en la agenda política europea”.
Valora las opciones de mayor integración, como la posibilidad de que Melilla entre a formar parte de la Unión Aduanera o el refuerzo de nuestras fronteras, “lo que facilitaría la incorporación plena de las dos ciudades en el espacio Schengen y la presencia permanente de Frontex con el objetivo de impermeabilizar la frontera con Marruecos y asegurar el cumplimiento de la normativa europea”.
Futuro económico y financiero
Entiende que es “crucial” buscar una vía que permita afrontar el futuro económico y financiero de Melilla “con suficiencia para emanciparnos y no ser tan dependientes de Marruecos”. Ha hablado del Plan Estratégico 2020-2029 impulsado por el Gobierno de la Ciudad y del Plan Integral del Ejecutivo central. Dice que son las instituciones del Estado las que deben propiciar estos cambios “y hagan palanca tanto en la Unión Europea como en las relaciones diplomáticas con países como Marruecos. De lo que seamos capaces de impulsar dependerá nuestro futuro inmediato, pero también a medio y largo plazo”, concluye.