El presidente de la Ciudad ha anunciado que se va a solicitar al Gobierno central que se limite el horario nocturno en Melilla para evitar, entre otras cosas, que durante esta franja horaria se puedan celebrar botellones y reuniones no controladas en domicilios particulares o espacios cerrados. Eduardo de Castro es consciente de que, aunque se trata de una medida “drástica”, “nos va a permitir doblegar la curva de contagios”.
El jefe del Ejecutivo local ha señalado que, además de las medidas de prevención que se han dictaminado desde el área de Salud Pública, es necesario considerar la implementación de otras actuaciones “más estrictas” que permitan “controlar la pandemia, salvaguardar la salud pública y amortiguar el impacto social y económico” que esta crisis está teniendo en la población melillense. Insiste De Castro en que este objetivo solo se puede conseguir de dos formas: reduciendo la movilidad y los contactos sociales.
Preguntado por a qué hora y día comenzaría este confinamiento nocturno, el presidente de la Ciudad ha informado de que debe ser el Ministerio de Sanidad el que lo determine. De cualquier forma, ha matizado que esta limitación horaria no se trata de “un toque de queda” porque este término, apunta, “no existe en nuestra legislación”.
Sobre si se va a solicitar el Estado de Alarma para Melilla, De Castro ha señalado que el Gobierno central deberá buscar la herramienta jurídica correcta para poder aplicar esta limitación horaria. Si esa vía es aplicar el Estado de Alarma de forma parcial, señala, tendrá que hacerlo el Ejecutivo central o bien, apunta, buscar otra fórmula.
En este sentido, el presidente de la Ciudad ha reconocido que no se arrepiente de no haber solicitado el Estado de Alarma cuando el consejero de Salud Pública así lo reclamó. De Castro señala que “no era una posibilidad que estuviera sobre la mesa” ni del Gobierno local ni del propio Ministerio.
IMAGEN CAM