El presidente de Proyecto Melilla culpa a la Consejería de Hacienda, Empleo y Comercio del retraso que se está produciendo en el pago de las ayudas correspondientes a la Línea 8 porque las 2.154 solicitudes deberán volverse a estudiar.
Jesús Delgado Aboy recuerda que desde la sociedad pública se han realizado hasta siete líneas de ayudas en las que “se ha repartido mucho dinero” y, en un primer momento, esta iniciativa se planteó como “una ayuda directa” para que se pudiera otorgar las partidas correspondientes a las empresas beneficiarias “de manera inmediata”. Lamenta que el tema “se quedó en un despacho cinco meses” y, debido a los límites establecidos en el espacio temporal, tuvo que pasar a ser “una concurrencia competitiva”.
Pone en valor que los trabajadores de Promesa “se han dejado la piel” analizando las más de 2.000 solicitudes, pero, “como el dinero viene de Hacienda”, es la consejería quien tiene que dar la orden para que se pueda proceder al pago. Explica que la dirección general correspondiente anunció que “hay unos parámetros que no se habían valorado” y, de nuevo, todos los expedientes van a tener que ser estudiados pudiendo dejar a personas que ya habían salido en la lista provisional de admitidos fuera.
Afirma que los técnicos de Proyecto Melilla habían solicitado “seguir adelante”, que, posteriormente, se busque una forma de “resarcir o solucionar” el asunto, pero no se ha podido pagar a la espera de que se vuelvan a evaluar todas las solicitudes y, determina Delgado Aboy, “se vuelve a retrasar todo”.