En el marco de la Operación DELPHOS, la Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que operaba como la rama logística necesaria para consumar el tráfico de drogas a gran escala con destino a las costas de la península. Detenidas e investigadas seis personas, todas de nacionalidad española con residencia en Melilla “y que cuentan con un amplio historial delictivo”.
La investigación la ha desarrollado la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Melilla. Se han practicado dos registros domiciliarios e intervenido una embarcación, 4.320 litros de gasolina, cuatro vehículos de alta gama, varios teléfonos móviles, material electrónico de última generación y numerosa documentación.
En septiembre de 2020 se detectó la existencia de un grupo organizado dedicado al avituallamiento de víveres, combustible y otros enseres en alta mar a organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, así como llevar a cabo puntuales cambios de la tripulación o pilotos de las embarcaciones. Se localizaron diversos puntos en los que las embarcaciones dedicadas al narcotráfico realizaban paradas de larga duración. Estos puntos, se explica, proporcionan a las organizaciones criminales una mayor seguridad que el mantener la droga en tierra, “asegurando así una menor exposición a las fuerzas policiales marroquíes”.
Se apunta que, al menos, habrían suministrado a las organizaciones en torno a 5.000 litros de gasolina, “perfeccionándose igualmente delitos de contrabando en su transporte”. De igual manera se ha constatado el transporte de un tripulante o piloto para el relevo en una de las narcolanchas.
Se comprobó cómo miembros de la organización investigada acumulaban gran número de garrafas en la cabina de una embarcación deportiva atracada en Puerto Noray. De hecho, el pasado 13 de noviembre se produjo una fuerte explosión en la embarcación debido a la acumulación de gases en su interior, “cuando los investigados procedían al acopio de combustible en el camarote”.
La deflagración puso en peligro la integridad física de los propios causantes, así como del resto de viandantes que se encontraban en la zona, por lo que a los detenidos/ investigados se les imputa también los presuntos delitos de estragos y riesgo provocados por explosivos y otros agentes.