El aeropuerto de Melilla continúa en la misma senda de crecimiento en la que acabó 2022, “el año de mayor tráfico en la historia”. En marzo, 41.078 pasajeros se desplazaron en 838 vuelos, “unas cifras se traducen en significativos incrementos en comparación tanto a los niveles previos a la pandemia como al mismo mes del año pasado”.
El grueso de los pasajeros registrados en marzo viajó en conexiones comerciales, “lo que supone un 30 por ciento más que en las mismas fechas de 2022”. De ellos, 19.201 se trasladaron en vuelos con origen o destino al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, que sigue siendo la conexión más demandada. Le siguen los enlaces con el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas (10.712 pasajeros), el de Granada (4.350 pasajeros), Almería, Sevilla y Barcelona-El Prat.
Se apunta desde Aena que la tendencia del tráfico en marzo “y en lo que va de año” favorece el balance del primer trimestre de 2023, “un periodo en el que transitaron 112.503 pasajeros por el aeropuerto y se registraron 2.429 operaciones”. Entre enero y marzo, el aeropuerto de Melilla ha gestionado un 27,6 por ciento más de viajeros y un 21,4 por ciento más de aterrizajes y despegues que en el mismo periodo de 2022.
Comparativa con marzo de 2022
En relación a los registros de marzo de 2022, el aeropuerto melillense contabilizó crecimientos porcentuales del 29,8 por ciento de viajeros y del 20,1 por ciento de operaciones, unos datos que también arrojan porcentajes positivos en relación al tráfico de marzo “de antes de la crisis sanitaria” derivada de la pandemia del coronavirus. Concretamente, un 34,5 por ciento más de pasajeros y un 27,4 por ciento más de aterrizajes y despegues que el mismo mes de 2019.