El Banco de Alimentos de Melilla ha distribuido desde principios de año 33.112 kilos de alimentos de primera necesidad y ha atendido a 1.314 personas vulnerables, de las que 1.232 son menores de 3 a 15 años y 82 son lactantes. Se han repartido alimentos a trece asociaciones benéficas homologadas y contado con la ayuda de 77 voluntarios estables.
Un 64,6 por ciento de los alimentos repartidos han sido perecederos, el 35 por ciento son donaciones físicas y un 0,4 por ciento son compras realizadas a través de las donaciones procedentes de la Gran Recogida de 2022. Y en la lucha contra el desperdicio alimentario y el cambio climático, el cuatro por ciento de los alimentos provienen de excedentes industriales recuperados.
En cuanto a los lotes de emergencia, han llegado a 77 familias en extrema necesidad derivadas de las consejerías de Políticas Sociales y de Igualdad y Atención a la Mujer.
Se sigue apelando a la solidaridad ciudadana “para hacer frente al incremento de hogares que demandan alimentos, muchos porque no llegan a final de mes”. Se destaca que, a pesar de las dificultades acaecidas por la subida de precios y la falta de excedentes industriales, se agradece generosidad del voluntariado del Banco de Alimentos “y de las decenas de melillenses sensibilizados, empresas y entidades que aportan su granito de arena para que muchas personas puedan comer dignamente”.