El Comité de Huelga del Hospital Comarcal lamenta que casi tres meses después siga sin haberse conseguido una negociación entre el Ministerio de Sanidad y los facultativos y anuncia que se convoca una nueva concentración el miércoles 7 de junio a las 20.30 horas en la Plaza Menéndez Pelayo.
Justo Sancho-Miñano asegura que la situación que se vive en Ceuta y Melilla es “inaudita” porque en el resto del territorio nacional se resuelve una convocatoria de huelga en cuestión de siete días o menos, mientras en las dos ciudades autónomas donde “desgobierna Ingesa no tienen ni voluntad ni capacidad de solucionar” este conflicto con el objetivo de que no vaya a más. Lamenta que “con estos recursos humanos no se va a poder abrir un hospital más grande y con más cartera de servicios”.
Determina que cada día que pasa es un día en el que “va a ser más difícil poder revertir esta situación” y lamenta que, si el “buque insignia” del Gobierno central es la inauguración del Hospital Universitario, “van por mal camino” porque deben darle forma al Boletín Oficial del Estado publicado en febrero en el que se declara a Ceuta y Melilla como zonas de difícil desempeño “para incentivar que puedan venir profesionales y que no se vayan los que están”.
En la asamblea celebrada la pasada semana, los miembros del Sindicato Médico decidieron una nueva fecha para un parón total en la actividad que no se va a comunicar públicamente y, además, se ha convocado una nueva concentración en la que espera que se sume la ciudadanía “por una sanidad digna, ahora y en un futuro” que se celebrará el 7 de julio a las 20.30 horas.
Sobre la proximidad de las elecciones generales, dice Sancho-Miñano que desconoce que “puede afectar negativa o positivamente” porque no van a poder abrir el nuevo hospital después del verano cuando “todos los jefes de servicio han dejado claras las carencias” para que esta apertura se haga con garantías.
Determina que cada día se siguen sumando más cancelaciones de consultas y cirugías haciendo “la montaña” más grande, cuando se trata de un problema que en cuestión de 48 horas se puede solucionar si “se sienta quien es competente”.