Hassan Mohatar asume que “la gran asignatura pendiente, el reto y en lo que hay que trabajar” es en conseguir reducir el consumo de agua en una ciudad que supera con creces la media nacional, una realidad a la que el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad añade los problemas sufridos con la construcción del cuarto módulo de la planta desaladora, las averías “en una red muy antigua” y un “insuficiente caudal”.
Indica el cepemista que “lo que no es normal” es que el consumo diario en una ciudad de 85.000 habitantes se aproxime a los 36.000 metros cúbicos de agua, “que es una auténtica barbaridad”, pero en verano se alcanzan picos de hasta 42.000 metros cúbicos. Con esos datos “sale una media bastante alta, muy por encima de lo que se consume en el resto del país” y, a modo de ejemplo, se refiere a Ceuta, donde la cantidad de agua consumida baja a los 28.000 metros cúbicos.
Confía el consejero en que el cuarto módulo de la planta desaladora “sea ya una realidad dentro de dos semanas” y se refiere al cambio de la red de abastecimiento “que ya se ha abordado” por parte de Medio Ambiente ya se ha abordado, por lo que tan sólo queda que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir “empiece su parte”. En todo caso, remarca que la concienciación ciudadana es “fundamental”, hacerse cargo “de que el agua es un bien que hay que consumir con responsabilidad y moderación”.
“Alto grado de morosidad”
Asimismo, reconoce Hassan Mohatar que lo que se cobra en Melilla por el consumo de agua es bastante bajo y que, dentro de esa media nacional, “somos el agua más barata que hay en España”. Remarca que el agua de la desaladora “es muy cara” y que existe “un alto grado de morosidad” a la hora de cobrar, “sobre todo en algunos sectores, con un problema de recaudación bastante importante por parte de la Administración local”.
