De “lamentable” ha calificado el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza el estado en el que se encuentra la desaladora. Daniel Ventura ha avanzado que aprovechará la reunión que mantendrá el próximo 8 de mayo con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y con el Ministerio de Transición Ecológica para exigirles que se solventen todas las deficiencias que se observan en la planta.
El dirigente popular ha asegurado que el cuarto módulo de la desaladora no funciona y aclara que los otros tres “tienen muchísimas dificultades para poder mantenerse en el tiempo”. Daniel Ventura pide que esta situación se solucione “a la mayor brevedad posible”.
Fotografías en mano, Daniel Ventura ha detallado la situación en la que se encuentra la planta, la cual, explica, registra pérdidas de agua y cuenta con un cuarto módulo que ha costado 28 millones de euros y que no está operativo. A ello suma el hecho de que se aprecien equipos que no están instalados y elementos “corrosivos”. Además, asegura que el resto de los módulos no están funcionado al cien por cien, de ahí que la situación sea, dice, “crítica”.
El consejero de Medio Ambiente sostiene que, ante este escenario, la desaladora “no es capaz de cumplir su función principal que es la de proveer una cantidad y calidad de agua determinada”.
Preguntado por qué la Ciudad aceptó recepcionar esta planta en estas condiciones, Ventura ha comentado que “estaban obligados por convenio” porque había que cumplir unos plazos y justificar la partida procedente de los fondos europeos. Señala que, de no ser así, el Ejecutivo no hubiera tenido ninguna prisa.
No obstante, entiende que la Confederación y el Ministerio deben resolver las deficiencias que se observan y que lo tienen que hacer de manera urgente. Insiste en que el Ejecutivo está “indignado” por el hecho de que la planta haya sido cedida a la Ciudad Autónoma para su gestión en unas condiciones que no son las adecuadas.