A Emilio Guerra no le cabe ninguna duda. Está convencido de que el Gobierno de Imbroda «no piensa ejecutar el Plan Estratégico de Melilla, que lo dejará en un cajón». Dice el diputado de CpM que «el tiempo, la profesionalidad y los esfuerzos de muchos técnicos, especialistas, agentes sociales, organismos e instituciones no serán tenidos en cuenta a la hora de ejecutar un plan de desarrollo para la ciudad» y añade que, «como siempre», priman las siglas «por encima de cualquier otra consideración», una actitud que, subraya, perjudica los intereses y el futuro de los melillenses.
«Pero tampoco el Plan Integral del Estado les convence, siendo tildado de cuento chino por el consejero de Hacienda, aun habiendo firmado un convenio con el Estado que pone a disposición de la ciudad 4.300.000 euros para dotar de personal y medios su control y ejecución», añade, al tiempo que refiere que en la última sesión plenaria el Partido Popular (PP) «transmitió claramente que se van a ejecutar sus clásicas políticas económicas, las mismas que destruyen a la clase media, aumentan el paro, la brecha social y fomentan la desigualdad».
CpM lamenta esa «involución» en una sociedad que necesita fuertes inversiones «que redistribuyan la riqueza y alivien el desempleo». De igual modo, sostiene Emilio Guerra que es «inútil y una pérdida de recursos públicos y de tiempo» que el Estado ponga en manos del Gobierno del PP la financiación de un convenio «en el que no cree ni dedicará interés alguno». «No acabamos de entender qué espera el Gobierno de España dejando en esas manos un acuerdo que busca la ejecución y seguimiento de un plan con inversiones y reformas dotado de unos 300 millones de euros», puntualiza el diputado, de ahí que crea que el Ministerio de Política Territorial y la Delegación del Gobierno «deberían tomar cartas en el asunto» con un seguimiento exhaustivo del grado de cumplimiento por parte del Ejecutivo local de las obligaciones a las que ambas partes se han comprometido.