El Ilustre Colegio de Médicos de Melilla exige al Instituto de Gestión Sanitaria y al Ministerio de Sanidad que “al menos dialogue” con los facultativos en huelga en las dos ciudades autónomas desde el pasado 9 de marzo que ha provocado que se hayan aplazado 10.000 consultas, retrasado 350 intervenciones quirúrgicas y aumentado la lista de espera en 300 días.
Justo Sancho-Miñano, considera que se trata de una “falta de sensibilidad” ante las justas reivindicaciones de los médicos especialistas sin que exista “un diálogo entre las partes”, ignorando el problema y silenciando las necesidades de los ciudadanos.
Recuerda el presidente de la entidad que el último contacto fue el pasado 28 de junio con Ingesa y que, a pesar de que la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, se ofreció a intermediar en este asunto, “no hay conversación alguna desde abril”. Se pregunta el ICOMME “a qué se debe esta desidia” cuando se pretende poner en marcha un nuevo hospital que será “nueve veces más grande que el actual”.
Insiste en que, a pesar de la declaración de Ceuta y Melilla como áreas sanitarias de difícil cobertura, no se ha presentado ningún incentivo para el personal dejando que esta medida “no haya pasado del papel”. Por este motivo, reclama “diálogo entre las partes para acercar posturas que beneficien a los pacientes” y sentencia que “es Ingesa y el Ministerio de Sanidad quien debe mover ficha para desbloquear la huelga”.
Expone Sancho-Miñano que estos asuntos se han denunciado ante la Inspección de Trabajo que ya falló favorablemente para el personal, es decir, “si el Ingesa fuera una empresa privada ya estaría cerrada por hacer a sus trabajadores trabajar por encima de los límites”.