Las denuncias por agresiones en los centros sanitarios de Melilla bajaron en 2019 con respecto al ejercicio anterior, según los datos aportados por el inspector José Ramón Díaz Menéndez en la reunión de seguimiento sobre las medidas policiales a adoptar frente a las agresiones a profesionales de la salud. Así, el ejercicio de 2019 se cerró con ocho denuncias, seis menos que en 2018. De esas ocho denuncias presentadas, dos fueron por agresiones físicas.
Como dato significativo, el inspector José Ramón Díaz Menéndez resaltó que las dotaciones policiales atendieron 52 requerimientos de centros sanitarios, una cifra muy similar a la registrada en 2018 (53). De los 52 requerimientos, en 43 ocasiones se resolvió la situación tan sólo con la presencia policial.
En el encuentro se analizaron los diferentes planes de prevención y de actuación que desarrolla la Policía Nacional. Convocada en las oficinas de la Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), participaron el comisario José Manuel Gámez Castellanos, el interlocutor policial, el director territorial del Ingesa, Omar Haouari, funcionarios del Ingesa, representantes de sindicatos y colegios profesionales del ámbito sanitario.
Se reitera que la atención a llamadas procedentes de centros sanitarios están catalogadas dentro de los servicios prioritarios y, por otro lado, se recalca la utilidad del protocolo que permite la toma de datos por parte de los agentes en el lugar en el que se produce la agresión, “lo que facilita que el personal sanitario agredido solo tenga después que firmar la denuncia en Comisaría”. De hecho, desde la Dirección Territorial del Ingesa se subraya que este protocolo que permite la toma de datos ‘in situ’ está siendo estudiado para su implantación en el resto del territorio nacional.