El director del Instituto de Cultura Gitana avanza que en el mes de diciembre se pondrá en marcha unas jornadas de Romanipen en el Campus de Melilla. Es una de las grandes iniciativas que se ponen en marcha dentro de la colaboración que la Consejería de Cultura tiene con la entidad que, indica Diego Fernández, “excede los colores políticos” porque, a pesar de que se han producido cambios en el Gobierno de la Ciudad en los últimos años, se trata de un “ejemplo de continuidad”.
Insiste en el interés que ya mostró el pasado mes de abril para abrir en Melilla una segunda sede del Instituto de Cultura Gitana porque cree que es una ciudad de la que se siente “muy orgulloso” y que se trataría del lugar adecuado para poder diversificar la actividad que ya se realiza en Madrid.