El Partido Popular considera insólito que la consejera de Hacienda, que “prácticamente se ha declarado en rebeldía”, se niegue a cumplir el mandato de la Comisión de Bienestar Social de prorrogar el contrato de la Purísima poniendo como excusa la saturación del centro, de la que no tienen culpa ni los trabajadores ni la empresa.
Manuel Ángel Quevedo ha recordado hoy que Dunia Almansouri estará cometiendo un delito de prevaricación administrativa si no firma antes del día 7 esa prórroga, a menos que se convoque una nueva comisión en la que el Partido Socialista cambie el sentido de su voto.
El vicesecretario de Infraestructuras y Política Medioambiental, que habla incluso de chantajes por parte del Gobierno, cree que el Partido Socialista está siendo totalmente humillado por Coalición por Melilla al negarse la consejera de Hacienda a cumplir un acuerdo de pleno delegado en comisión.
Quevedo ha cuestionado también el hecho de que el Gobierno esté negociando con los sindicatos, extralimitándose en sus funciones al asumir una competencia de la empresa a la que ha adjudicado el servicio. Según el popular, lo que está ocurriendo con este tema no había pasado en la vida.
También ha aprovechado Quevedo para acusar a Mustafa Aberchan de querer controlar directamente a los trabajadores del centro y a la empresa que presta el servicio. Está convencido de que, en este asunto, el presidente de la Ciudad no pinta absolutamente nada.
El vicesecretario del Partido Popular ha recordado que hay ya en Melilla más de 1.400 menores y se pregunta si el objetivo de algunos es que la ciudad se convierta en lugar de acogida de miles de niños y jóvenes marroquíes.