El PP ha criticado que el Gobierno entregara ayer a los partidos de la oposición con tan solo quince minutos de antelación las modificaciones introducidas en los presupuestos, que se aprobaron posteriormente de manera inicial en la Comisión de Hacienda. Miguel Marín asegura que la tramitación de las cuentas de este año ha sido un “despropósito” en las formas y un “desastre” en el fondo.
El portavoz del Grupo Popular denuncia la forma de actuar del Ejecutivo tripartito, más propia, dice, de un sistema totalitario y de caciques. Mas allá, señala que ni siquiera pudieron estudiar los cambios introducidos porque se los entregaron en un pen drive.
Entre las modificaciones introducidas, Marín ha detallado la relativa al pago de las mensualidades de los servicios contratados por la Ciudad, ya que antes se recogían once meses o menos y ahora se fijan doce. El presupuesto de la Consejería de Distritos también se ha visto alterado, ya que se ha eliminado, por ejemplo, más de 1,3 millones de euros de la partida destinada a los presupuestos participativos.
Miguel Marín, que recuerda que los presupuestos son la herramienta más importante de un Gobierno para resolver los problemas de la ciudad, no entiende que se hayan eliminado o reducido partidas destinadas a dinamizar la economía y el comercio, como las ayudas a las pymes, en la situación en la que se encuentra Melilla. El popular subraya que el estado de la economía es crítico y que se requieren medidas contundentes tanto de la Ciudad Autónoma como del Gobierno central.
El Partido Popular critica que el Ejecutivo tripartito se haya cargado las medidas implantadas por el Gobierno de Imbroda para dinamizar el turismo, como las ayudas a los no residentes o la construcción de un pantalán para el atraque de cruceros. Ante esta situación, Marín se pregunta quién va a querer venir a Melilla y cuál es la alternativa del Ejecutivo para impulsar la economía local.