El Grupo Parlamentario Popular ha presentado en el Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley instando al Gobierno central a que se manifieste por una serie de hechos y medidas adoptadas por las autoridades marroquíes de manera unilateral sobre Ceuta y Melilla en perjuicio de las dos ciudades autónomas, medidas como, por ejemplo, el cierre de la aduana comercial o la prohibición de poder pasar determinada mercancía por los puestos fronterizos.
Para el diputado del PP de Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, hechos como estos ponen de manifiesto la necesidad de constituir una Comisión Interministerial -bajo la Dirección del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación- al objeto de analizar la situación en la que se encuentran Ceuta y Melilla. Además, se propone, desde el trabajo conjunto realizado en esa comisión, la puesta en marcha de aquellas medidas que garanticen la sostenibilidad de la vida en ambas ciudades.
El popular ha detallado algunas de las decisiones que de manera unilateral ha adoptado el reino alauita. Recuerda que el 31 de julio de 2018, el Gobierno de Marruecos decidió unilateralmente cerrar la aduana comercial de Beni Enzar” con el consiguiente y significativo perjuicio a la estabilidad económica de la ciudad española en los sectores comercial y del transporte internacional de mercancías”. Ese cierre y sus negativas consecuencias, lamenta el diputado, “se mantienen inalterados” a día de hoy.
Gutiérrez Díaz de Otazu también afea al país vecino el hecho de que el pasado 21 de febrero, en el curso de la primera entrevista concedida a un medio de comunicación español tras el comienzo de la adopción de medidas contra el contrabando, el director general de Aduanas de Marruecos señalara que Ceuta y Melilla «no son fronteras» por tratarse de ciudades que Marruecos no reconoce como españolas, añadiendo que «no son ni han sido nunca pasos comerciales, sino de pasajeros»
También en relación con la salud, Lakhdar justificó la prohibición de la entrada de pescado marroquí en Ceuta, señalando que era tolerable cuando se destinaba al consumo individual, pero no cuando pasaba al circuito comercial «sin respeto de las reglas fitosanitarias», señalando que la misma lógica debe aplicarse en adelante a las frutas y verduras y que estas medidas se aplicarán en un futuro en Melilla.
A estos hechos y declaraciones, suma el popular las avalanchas de inmigrantes que se han registrado este año y la importante presión migratoria que sufre la ciudad por la saturación que se está registrando en el CETI.