El presidente de la Ciudad se ha reunido esta mañana con representantes de la Asociación de Vecinos del barrio del Real para «escuchar las inquietudes y dudas» surgidas tras el ofrecimiento realizado al Gobierno central para trasladar a la Ciudad del Fútbol de Altos del Real y al antiguo cuartel de Santiago a los inmigrantes del CETI que hayan dado positivo en COVID-19 «para, en la medida de lo posible, controlar los brotes».
Subrayando que, a día de hoy, «no hay nada cerrado» y que «vamos a intentar buscar alternativas», Eduardo de Castro explica cuál es la situación actual en el CETI, «un centro con capacidad para 750 personas y en el que hay acogidas 1.380, con 25 contagiados y, al menos, 350 contactos en el día de ayer». Aclarando que, «evidentemente, eso hay que controlarlo» ya que «la situación es muy grave» y la autoridad judicial acordó en su momento que no se podía determinar un confinamiento total del centro, entiende que «la medida lógica desde el punto de vista de salud pública es sacar de allí a los contagiados y a los contactos».
«Dadas estas circunstancias», Delegación del Gobierno –»que no dispone de terrenos propios»- pide ayuda a la Ciudad Autónoma, «prestando aquellos de los que disponemos». Son dos de las posibilidades que se han puesto encima de la mesa, si bien no se descartan otras «que se están estudiando».
Defiende el presidente de la Ciudad que «se trata de una medida de urgencia y totalmente excepcional» y que «hay que hacer algo, ya sea en ese terreno o en otro», aunque entiende «perfectamente» la preocupación que puedan tener los vecinos del barrio del Real, «a los que, sobre todo, les preocupa la seguridad porque, como también es lógico, no quieren que se repita lo que sucedió en el pabellón Lázaro Fernández».
Dice Eduardo de Castro que en esa reunión con los representantes de la Asociación de Vecinos del barrio del Real «se han tomado nota de sus inquietudes» y que les ha explicado «por qué esta medida es necesaria». «Nos preocupa muchísimo la salud de todos y, efectivamente, tenemos que adoptar medidas que muchas veces no son bien entendidas o del agrado de los vecinos. Es totalmente lógico, pero esto va a ocurrir en cualquier zona donde haya un núcleo urbano. Pero Melilla es lo que es, tenemos poco territorio y vamos a intentar buscar alternativas», determina.
Apuntando que se informará de las decisiones que se adopten al respecto de este asunto, el presidente de la Ciudad confía en poder conseguir que, «entre todos, esas medidas que se acuerden o adopten para frenar la expansión del coronavirus afecten lo menos posible a ese barrio o a otros barrios».
📸 Ciudad Autónoma de Melilla