“A expensas de ser debatida en Pleno”, la Comisión de Educación ha abordado la moción presentada por VOX “sobre el control ideológico en las escuelas” y con la que el partido que lidera José Miguel Tasende “quiere lanzar una ofensiva a favor del veto parental en las aulas”, una “injerencia plena” en el trabajo de los docentes y en los contenidos curriculares. Así al menos lo cree la diputada Elena Fernández Treviño, a quien no le sorprende el planteamiento de VOX, pero sí que esta moción tan sólo contase con el voto en contra del PSOE y la abstención de CpM, Somos Melilla y del Partido Popular (PP).
Apunta que en la moción de VOX “y en la propuesta del PP” se habla de “parar el adoctrinamiento en las aulas”, de un control de los padres y madres sobre los contenidos que se imparten, de ofrecer una educación neutra “y hasta de un servicio de alta inspección”.
Se pregunta Fernández Treviño “a qué responde tanto miedo”, qué es lo que motiva “ese intento por controlar las aulas y los centros educativos”, de “desconfiar” del trabajo de los docentes. Defiende que la escuela “es una de las herramientas más transformadoras y una de las patas fundamentales de la democracia”.
Aseverando que la responsabilidad del Estado “es educar para la convivencia en la pluralidad de ideas y creencias, educar en igualdad y en la diversidad”, dice la diputada socialista que “VOX cree que los hijos e hijas son propiedad de las madres y de los padres, cuando hace ya mucho tiempo que sabemos que esto no es así”.
Cierto es que, de ser aprobada en Pleno de la Asamblea, el recorrido de esta moción que presenta VOX es muy corto, ya que las competencias en materia educativa dependen en Melilla del Ministerio de Educación. No obstante, desde el PSOE se entiende que VOX “quiere introducir un marco mental que nos avisa de esa injerencia” y que “alienta” a las plataformas y grupos “que continuamente intentan protestar contra la labor del profesorado”.