El secretario de Estado de Seguridad reconoce que el puesto fronterizo de Beni-Enzar “funciona de una manera correcta, pero, como todo, es mejorable”. Rafael Pérez explica que esas mejoras deben pasar por dotar este espacio de más y mejores infraestructuras, “así como en lo que se refiere al número de agentes”.
Tras visitar el puesto de Beni-Enzar y mantener una reunión con la delegada del Gobierno, con el director adjunto operativo de la Policía Nacional, con el jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil y con otros mandos de ambos cuerpos, Rafael Pérez “está seguro” que la convocatoria de 2019 de más de 5.000 plazas para agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil “tendrá reflejo” en Melilla.
En su primera visita a la ciudad como secretario de Estado de Seguridad y tras realizar un recorrido “enriquecedor” por el perímetro fronterizo, Rafael Pérez deja claros cuáles son los retos “a los que nos enfrentamos”: el número de operativos presentes de policías nacionales y guardias civiles, infraestructuras, la inmigración irregular, la llegada de menores extranjeros no acompañados y, por último, las solicitudes de asilo.
Con respecto a los menores extranjeros no acompañados, asume que se trata de una realidad “compleja”, si bien pone en valor los controles realizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, “evitando las entradas irregulares, pero con absoluto respeto a los derechos de todas las personas, especialmente de los menores”. En este punto, remarca que el Ministerio del Interior ha acordado con Marruecos el desarrollo de un programa específico para garantizar y hacer efectivo el retorno de sus menores, “pero siempre poniendo en valor el interés del menor”.
Sobre las recientes declaraciones del vicepresidente y ministro Pablo Iglesias defendiendo que en el Gobierno que preside Pedro Sánchez “hay consenso” en que las devoluciones en caliente de inmigrantes «no son respetuosas con los derechos humanos», al secretario de Estado de Seguridad “no le constan” esas palabras “que ha puesto en la boca del ministro Grande-Marlaska”. Lo que sí destaca es que la actuación de la Policía Nacional y de la Guardia Civil “se ha realizado siempre dentro de la legalidad, respetando siempre la normativa de derechos humanos”.
Ensalzando la “especial colaboración” con Marruecos en la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos, Rafael Pérez también se ha pronunciado sobre la determinación del país vecino de poner fin al comercio atípico con Melilla, “una peculiaridad que se arrastraba durante años”. En este sentido, envía un mensaje: el Gobierno de España se va a esforzar por generar en Melilla una economía “basada en extremos de competitividad y del siglo XXI que no tenga que hacer uso de este tipo de comercio”.