Un año después de su última visita a la ciudad, representantes de la Asociación Profesional de la Guardia Civil (Jucil) denuncian que no han mejorado las condiciones de trabajo de los agentes desplegados en el perímetro fronterizo. Se asegura que existe “una falta de medios y de personal preocupante” para poder retener las avalanchas de inmigrantes que tratan de acceder a Melilla a través de la valla.
Ernesto Vilariño es el secretario general de Jucil. Por lo que se aboga es por destinar las vacantes a las patrullas de seguridad ciudadana, “que son las responsables de proteger el perímetro de la frontera”. De igual modo, recuerda que “se lleva tiempo” reclamando que estos agentes cuenten con cámaras de grabación “para dotarles de una seguridad jurídica que, a día de hoy, no tienen”, además de que se contrate un seguro de responsabilidad civil.
Hace un “llamamiento” al Ministerio del Interior “o a quien corresponda” para que consiga una equiparación salarial con las policías autonómicas, así como se dote del material “y de las medidas de autoprotección” que garanticen que los agentes que se dediquen a la vigilancia del perímetro fronterizo “puedan realizar su trabajo en condiciones”. Así, Jucil solicita chalecos antibalas, fundas antihurto para las pistolas y pistolas eléctricas “para reducir a una persona violenta”.
Por último, señala Ernesto Vilariño que Jucil ha pedido “en diversas ocasiones” la creación de una unidad “específica” que se destine “única y exclusivamente” a la protección de la valla. Estima que, “como mínimo”, harían falta del orden de 350 agentes “para impermeabilizar la frontera”.