El próximo viernes 10 de julio a las 18.00 horas se convoca en la frontera de Beni-Enzar una manifestación para reclamar que se abra un pasillo humanitario que permita regresar a la ciudad a los melillenses atrapados en Marruecos desde que el país vecino decretó el cierre de sus fronteras el pasado 13 de marzo. Pidiendo el apoyo “desde el lado de España”, estas personas exigen que España y Marruecos les abran la puerta “de inmediato”.
Subrayando que el “colmo” de su desesperación “es aguantar también ahora las diferencias diplomáticas, mientras nuestras familias resisten ya sin fuerzas”, se preguntan si “realmente cuesta tanto habilitar un pasillo humanitario” y recuerdan que semanas atrás se abrió el puesto fronterizo de Beni-Enzar para el regreso de un grupo de ciudadanos marroquíes a sus hogares. Se destaca que en la provincia de Nador siguen atrapadas “familias sin recursos, personas que han perdido sus trabajos, familias separadas, personas enfermas con tratamiento que no pueden obtener en Marruecos por su elevado precio, mujeres embarazadas -algunas dieron a luz sin cobertura sanitaria y lejos de sus hogares-, bebés sin sus vacunas, niños sin escolarizar y sin su material para seguir sus clases”.
Separados de su ciudad por tan sólo unos kilómetros, no entienden por qué tienen que afrontar “grandes gastos y riesgos” para llegar hasta Tánger y, de ahí, ser transportados en barco hasta Algeciras “cuando, ni siquiera nos llaman aunque solicitemos ser repatriados”. Lamentando este “abandono inhumano”, reconocen que jamás se hubiesen imaginado “que nuestro país nos abandonaría de esta manera”. Concluyen aseverando que “no nos merecemos este daño, ya irreparable” y reclaman que se les permita regresar a sus casas “mientras se ponen de acuerdo por las fronteras”.
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