La consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad reconoce que no esperaba que VOX votara a favor de la retirada de la estatua de Franco, pero señala que le habría gustado que la Asamblea aprobara la propuesta por unanimidad porque habría sido “un bonito acto de dignidad, respeto y justicia”.
Elena Fernández Treviño lamenta que Melilla “tenga el triste honor” de conservar la última imagen de un dictador en España y en toda Europa. Señala que “ni la estatua honra a Melilla, ni Melilla tiene por qué honrar a esta estatua”.
La socialista asegura que nadie entiende que, a estas alturas, se rinda homenaje a quienes “provocaron una de las crisis humanitarias más grandes” del país. Matiza que si esta cuestión se ha llevado a pleno ha sido porque fue en 1975 en sesión plenaria cuando se acordó levantar la estatua “al generalísimo Franco”, aunque años después se pusiera en la placa que era al comandante de la Legión.
Elena Fernández Treviño recuerda que la Ciudad Autónoma fue condenada en 2016 a elaborar un catálogo de vestigios franquistas, aunque entonces, apunta, el Gobierno del PP decidió conservar la estatua por estar en un espacio considerado de Bien de Interés Cultural, por estar dedicada al comandante y porque “no exalta o humilla a ningún colectivo”. La socialista señala que “le da igual” lo que ponga en la placa del pedestal de la escultura «porque ese señor», insiste, “es Franco”.
Fernández Treviño, que le reprocha al PP que se ponga de perfil en este asunto y no respete el ordenamiento jurídico, informa de que la Ciudad Autónoma cuenta con un informe jurídico para proteger la decisión del Gobierno de retirar esta estatua por si se presentase alguna denuncia por ello.
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