Encargados a Vanessa Martínez Calvo, han finalizado los trabajos de restauración de la estatua de Pedro de Estopiñán de Melilla la Vieja. Obra de Restituto Martín Cano e inaugurada en 1970, el presidente Juan José Imbroda destaca que, de este modo, se da un paso más “para conservar lo nuestro, el patrimonio que es de todos”. Asimismo, refiere que, “de alguna manera”, con esta restauración se rinde homenaje a la historia “de lo que hoy es una ciudad moderna” 526 años después del 17 de septiembre de 1497.
La restauradora Vanessa Martínez Calvo explica que los trabajos comenzaron el pasado mes de abril con una limpieza superficial. Afectada la estatua de Pedro de Estopiñán por las inclemencias meteorológicas, los efectos de la humedad y el deterioro provocado por los excrementos de las gaviotas, “que son muy corrosivos”.
Apunta que “una restauración como tal” de la estatua nunca se realizó desde 1970, sin contar con el brazo que se restituyó cuando fue cortado en noviembre de 2012. Escultura modelada en bronce, representado Pedro de Estopiñán con con traje militar, armadura, con la espada en alto y un estandarte en la mano izquierda, el pedestal de piedra del Gurugú mide dos metros y medio.