El consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, Rachid Bussian, y la consejera del Menor y la Familia, Cecilia González, firman el acta del inicio de la obra para la instalación de los módulos junto al centro de menores de la Purísima. Este proyecto actuará sobre una superficie de 1.152 metros cuadrados y tiene prevista su finalización en unos tres o cuatro meses.
Bussian determina que, aunque se trate de módulos prefabricados, cuentan con todos los estándares de calidad ratificados por las instituciones europeas y los ministerios españoles correspondientes y que permitirá ampliar la zona de habitabilidad de los usuarios para “dignificar aún más su situación en la ciudad”.
El cepemista se enorgullece por el “cambio sustancial” que se ha dado con la atención a los menores extranjeros no acompañados en Melilla con el nuevo Ejecutivo local después de haber procedido a la ampliación de la parcela con el convenio alcanzado con el Ministerio de Defensa y, posteriormente, con la instalación de estos módulos que tendrán un uso multidisciplinar. Este espacio va a estar compuesto por aluminio y hormigón al estar situados en una zona alta que padece fuertes vientos y con todos los servicios elementales que se requieren.
Adelanta el consejero que “el montaje va a ser muy rápido” porque va a contar con dos técnicos de la península y mano de obra local que en un plazo de tres o cuatro meses podrán conseguir que “esto sea una realidad”.
González recuerda la “foto de la vergüenza” con la que este Gobierno llegó en sus primeros meses de la legislatura y que se ha conseguido doblegar con la imagen actual sin menores deambulando por las calles o en las escolleras del puerto. Unas medidas que tienen como “colofón” la instalación de estos módulos que responden a las necesidades del este centro obsoleto que no cumple con “los requerimientos mínimos para ser habitado” y que actualmente alberga a un centenar de menores.