Guelaya Ecologistas en Acción considera que, un año más, se han concedido las banderas azules a Melilla “sin rigor, solvencia e independencia”. Asegura que ninguna de las playas de la ciudad cumple “no uno, sino muchos” de los requisitos necesarios para recibir esta distinción. A su juicio, las bandereas azules son unos “galardones fraudulentos enfocados únicamente a resaltar el reclamo turístico de las playas elegidas”.
Guelaya Ecologistas en Acción insiste en que no tienen credibilidad, por cuanto no se realiza inspección alguna y no se evalúa con rigor el estado medioambiental de las playas. En este sentido, se aclara que en el control de los parámetros físico-químicos del agua de baño se especifica que debe existir ausencia de contaminación flotante como plásticos, botellas, vidrios, contenedores y cualquier otra sustancia. Se señala, pues, que este criterio no se cumple en ninguna de las playas que ha recibido la bandera azul.
La formacion denuncia que la ciudad continúe sin un plan de vigilancia y limpieza sistemáticas del Río de Oro, que sigue aportando enormes cantidades de basura a la bahía y que sigue con un emisario de aguas fecales y pluviales que vierte a escasos doscientos metros de la desembocadura del río cuando llueve fuerte. Por ello, considera que debe constituirse un Comité de Gestión de la Playa formado por autoridades locales, sector hotelero, oenegés, socorristas y trabajadores de educación medioambiental. Este comité estaría encargado de hacer auditorías ambientales.
Además, se lamenta que las playas locales gocen de cristales, anzuelos, restos de mareas negras, chiringuitos en la propia arena y otras variedades “que nos deben llamar la atención sobre lo que debemos rectificar para poder conseguir unas playas con ecoetiqueta de azul”.