Guelaya Ecologistas en Acción lamenta la caída de cuatro árboles en el Parque Lobera en la última semana tras el temporal de lluvia y viento vivido en Melilla. Critica que ha pasado de ser una de las zonas mas frondosas de la ciudad a ser, en la actualidad, “un auténtico desierto”.
Manolo Tapia critica que este espacio continúe cerrado a la ciudadanía sin que se pueda ver “qué ocurre dentro”. Cree que estos sucesos son las consecuencias de las obras que provocaron que “las maquinas rompieran las raíces de los arboles” y que, meses más tarde, al estar dañados, “solo con la lluvia y el viendo hayan caído”.
El portavoz de la asociación ecologista recuerda que en verano los vecinos de Ataque Seco acudían a la sombra de esta zona para poder pasar las peores épocas de calor durante el verano y ahora “quizás es el parque con menos arboles que queda”. Se pregunta “quién va a responsabilizarse” porque este proyecto comenzó en 2019 cuando Guelaya ya puso de manifiesto que la maquinaria estaba provocando daños en la naturaleza y las obras siguieron con el resultado actual “que el mejor de nuestros parques ahora sea un desierto”.
Por este motivo, se van a seguir solicitando explicaciones y responsabilidades sobre lo sucedido y se va a exigir a la Ciudad Autónoma que, “de alguna manera, devuelva la frondosidad al parque” y que estos actos no se repitan en ningún otro lugar porque las retroexcavadoras “han actuado con total impunidad y nadie ha puesto freno”.