Tres médicos de familia continuarán trabajando en la ciudad tras finalizar su periodo de residencia en la ciudad. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) celebra ver cumplido su propósito “de retener el talento a través de la formación especializada en sus servicios de salud”.
Esta última promoción de médicos internos residentes de medicina familiar y comunitaria que ha realizado su formación especializada durante cuatro años recibió ayer sus títulos acreditativos ante la presencia de familiares, tutores y demás compañeros.
El acto organizado para ello dio comienzo con la felicitación del coordinador de la Unidad de Docencia, Karim Ghazi, quien quiso “honrar a los residentes por llegar a terminarlo con éxito”.
Asimismo, Ghazi reconoció la labor de los tutores y de los diferentes estamentos del INGESA que han colaborado en la formación, “tanto en temas de investigación como en técnica”.
Ghazi señaló que “la vida del profesional sanitario no termina aquí, con un título”, y ensalza la necesidad de la profesión formarse de manera reiterada y permanente.
La subdirectora médica del Hospital Comarcal, Alicia López Nevot, también se unió a las felicitaciones y apostilló que “el acto no era una despedida” puesto que los tres nuevos especialistas van a trabajar en el Área Sanitaria de la ciudad.
Por su parte, el director médico del Hospital, Francisco Toquero, aseguró que la profesión médica es “la más bonita del mundo” y que, a pesar de algunos “sinsabores”, siempre tiene el reconocimiento del paciente.
Concluyó el acto el director territorial del INGESA en Melilla, Omar Haouari, quien ratificó que desde la entidad “se ha hecho todo lo posible” para que puedan seguir realizando su labor en la ciudad.
Por último, señalaba que desde INGESA “se sigue trabajando no solamente para adecuar los centros a las exigencias actuales, como las obras en Cabrerizas y Polavieja, sino también para conseguir mejoras en las condiciones laborales de los profesionales”.