El presidente de Melilla se ha ensañado con la reforma de la Ley Mordaza que prohíbe, entre otras cosas, “las devoluciones en caliente”. Condena así la indefensión de la Guardia Civil.
Juan José Imbroda advierte de que si la Guardia Civil no pudiese rechazar a estas personas todo dependería de las fuerzas marroquíes, cuya labor variará según la situación política por la que trascurra el país vecino en esos momentos. Las mafias serán las que más se beneficien de esta situación, ha lamentado Imbroda.
El jefe del Ejecutivo local matiza que Melilla no es la única que sufrirá las consecuencias. La ciudad será, además, “un coladero enorme” hacia la península y otros países de Europa.
El presidente de la Ciudad ensalza las funciones de la Guardia Civil, que salvaguardan las fronteras “sin emplear medios violentos”. “Nunca la benemérita ha dejado ninguna víctima en Melilla”, ha concluido.