La Jefatura de la Policía Local comunica que, en colaboración con Policía Nacional, en el barrio de Tiro Nacional dos personas fueron detenidas -ambas de la misma familia- como presuntos autores de los delitos de atentado a los agentes de la autoridad, lesiones, daños intencionados, amenazas y alteración del orden.
Los hechos se produjeron en la calle Enrique Nieto donde, al parecer, había un problema familiar, por lo que el 091 comisionó a un indicativo para que se desplazara hasta el lugar. Los agentes observaron cómo un individuo desde el balcón de su domicilio y en compañía de su madre “sujetaba una bombona de butano con la que amenazaba con lanzársela a los policías si accedían al portal del edificio”. Se solicitó el apoyo de la Policía Nacional y de más dotaciones de la Policía Local, “ya que la situación requería de la colaboración de ambos, puesto que se empezaban a aglomerar muchas personas en las inmediaciones”. De igual modo, se solicitó la presencia del Servicio de Bomberos y del 061.
Una vez se acordonó la zona, el ahora detenido lanzó la bombona de butano desde un tercer piso hacia los agentes, “teniendo que apartarse para evitar ser alcanzados”. Hicieron uso del material antidisturbios contra el agresor, “consiguiendo así acceder al interior del edificio y llegar hasta su vivienda”. A su vez, el individuo desde el balcón esgrimía un cuchillo con el que amenazaba matar a los agentes que subieran “y dirigiéndose hacia las personas allí congregadas las incitaba para que atentaran contra los agentes actuantes”.
Una vez en el portal, la madre del agresor se interpuso para evitar que llegasen los agentes hasta el balcón donde estaba su hijo, “propinándoles empujones y ofreciendo gran resistencia”. Al ver que su actitud era cada vez más violenta, se procedió a su detención.
Cuando entraron en la vivienda, el detenido se descolgó hasta el segundo piso del bloque, “donde rompió los cristales del balcón,y comenzó a lanzarlos a los policías”. En ese momento, los bomberos colocaron una colchoneta por si se caía o se lanzaba al vacío. En lugar de deponer su actitud, “siguió amenazando a los agentes con los cristales rotos de las ventanas y, lejos de desistir, se tornó aún más agresivo y comenzó a autolesionarse, provocándose cortes en todo el cuerpo”. Cuando varios agentes introdujeron sus brazos por las rejas para sujetarle sus manos, resultaron heridos con cortes, por los que necesitaron asistencia médica. Finalmente, el coordinador de servicio solicitó la intervención del agente operador del dispositivo eléctrico táser que, al usarlo, incapacitó a esta persona, “cayendo sobre la colchoneta y sin producirse ninguna lesión por la caída, por lo que fue inmediatamente inmovilizado y detenido”.
Pero cuando fue introducido en el vehículo policial comenzó a dar patadas “hasta lograr fracturar el cristal de la ventanilla trasera, además de desencajar el marco de la puerta”, de ahí que los sanitarios procediesen a inyectarle un tranquilizante. Fue trasladado hasta el Hospital Comarcal para ser asistido de las lesiones que se había provocado, quedando en observación para su posterior valoración psiquiátrica.
Desde la Jefatura de la Policía Local de Melilla se agradece “la inestimable colaboración y coordinación con el Servicio de Bomberos y ambulancia”.