La calle Alférez Abad Ponjoán pasa a llamarse Diego Jaén Botella ‘Padre Jaén’ en honor a esta persona “represaliada, asesinada y torturada” durante el franquismo. Un reconocimiento a su figura que supone “cerrar una herida” para su familia que agradece a la Consejería de Cultura haber llevado a cabo este homenaje a su recuerdo.
La consejera Elena Fernández Treviño considera que este evento es “señalado y emocionante” en el calendario porque se trata de una “cuestión histórica” que se realiza con el objetivo de poner en valor al Padre Jaén que sufrió esta “persecución hasta acabar con su propia vida”.
La vicepresidenta de la Ciudad y secretaria del Partido Socialista, Gloria Rojas, apunta que “nunca se hace justicia con una persona que ha sido asesinada”, pero considera que con este reconocimiento en el callejero de la ciudad se “da un poco paz y de reconciliación” a la familia con el fin de que “no volvamos nunca a esa España”.
Diego Muñoz, nieto del Padre Jaez, ha querido aclarar que, a pesar de que la crítica general que se realiza en torno a la Ley de Memoria Democrática señale que se trata de una norma que reabre heridas, con este homenaje “hoy la familia está más tranquila porque se dignifica la memoria de una persona que fue injustamente torturada y asesinada” y que, por fin, puede rememorar el recuerdo de este familiar al que “no se permitió conocer por miedo a que hubiera represalias en los colegios e institutos”.