La Ciudad Autónoma procede a la limpieza de toda la zona de la desembocadura del Río de Oro después de que apareciera un charco rosa que, tal y como denunciaba ante los medios de comunicación la asociación Guelaya Ecologistas en Acción, podría tratarse de una “explosión bacteriana” como consecuencia de los vertidos de aguas fecales que, mezclados con el agua del mar, se tiñe de este color.
Asimismo, asegura José Ronda que se ha procedido a la revisión de la Estación de Bombeo de la que, al parecer, se habría originado este problema y se iniciarán unas obras con el objetivo de “abrir la desembocadura” para que el agua mantenga una continuidad natural sin que se quede en esta zona estancada.