Cuando a punto está de finalizar el servicio que se encarga de la “asistencia” del campo de golf y que afecta a tres trabajadores -un greenkepper y dos caddie master-, el consejero de Deportes avanza que, a través de un contrato menor, el Gobierno de la Ciudad ha optado por prorrogar ese servicio de gestión durante unos meses, el tiempo necesario para que, en este caso, el área de Distritos y Participación Ciudadana defina al cien por cien “cómo va a ser la consulta pública que se va a realizar para ver qué hacemos con estas instalaciones”. Destaca que esas tres personas “seguirán trabajando durante, al menos, un par de meses más”.
Defendiendo que “para la práctica del golf no es necesaria la figura de estos tres trabajadores”, Rachid Bussian apunta que será la ciudadanía la que decida el uso futuro del campo de golf, “para que tenga un uso compartido, un uso exclusivo o, directamente, que desaparezca”, de modo que “va a estar en manos de los ciudadanos melillenses qué hacer con el campo de golf”.
En todo caso, aclara que si el Gobierno que preside Eduardo de Castro optó por dar continuidad durante un año el contrato de mantenimiento con la empresa Talher “fue, entre otras cosas, para que el césped no muera mientras se hace esa consulta popular y se defina su uso”.