El presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla ha informado de que el Gobierno local, a través del área de Medio Ambiente, se ha comprometido a habilitar la zona azul en el centro de la ciudad, una vez que finalicen las obras de General Pareja. Se comenzará, ha dicho, por la calle General Marina. La idea es fijar un periodo máximo de estacionamiento de dos horas.
Enrique Alcoba, que se ha reunido este miércoles con algunos miembros del Ejecutivo local, ha destacado el hecho de que en los últimos años se hayan perdido del orden de unos 500 aparcamientos, lo que hace que los melillenses se muestren un poco reticentes a la hora de tener que desplazarse hasta el centro para realizar sus compras.
Con el objetivo de poner fin a esta situación, la CEME le ha planteado a la Ciudad que busque alguna fórmula, “una especie de bono, tal vez”, para que tanto las personas que vayan a realizar sus compras como los empresarios que trabajan en el centro puedan aparcar sus vehículos en Isla de Talleres a un precio razonable.
En este sentido, la Confederación de Empresarios ha aprovechado el encuentro que ha mantenido con la Ciudad Autónoma para trasladarle al presidente Eduardo de Castro, a la consejera de Presidencia, Gloria Rojas, y a la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, los problemas que se registran es este aparcamiento. Además de recordarles que la segunda planta está cerrada y que no se está utilizando, Alcoba ha señalado que la barrera de seguridad lleva 15 días rota, que el lector de matrícula tampoco funciona y que los cajeros están operativos un día sí y otro no. Asegura que todo son inconvenientes.
De igual modo, y con la finalidad de fomentar las ventas, el presidente de la CEME ha informado de que los empresarios han aceptado la propuesta que les hizo la Ciudad en el mes de abril sobre la posibilidad de crear una plataforma online donde exponer sus productos, garantizando que los artículos llegan al domicilio del cliente una vez que se efectúa la compra.
Asimismo, se ha abordado con el Gobierno tripartito la necesidad de que, para evitar la competencia desleal y la merma en los ingresos de la Administración local, cualquier producto que una persona adquiera por Internet y que llegue a la ciudad vía Correos u otra empresa de transportes, pague el IVA o el IPSI correspondiente, incluso si el coste del mismo es inferior a los 100 euros.
Alcoba remarca que no tiene nada en contra de que los melillenses compren por internet, pero señala que no le parece justo que los comerciantes locales paguen una serie de impuestos y los consumidores, en algunos casos, no.
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