La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha comenzado los trabajos pendientes de la ampliación de la Desaladora de Melilla, “tal y como se había comprometido con la Ciudad Autónoma en la entrega de esta infraestructura para su mantenimiento, conservación y explotación”, señala la Delegación del Gobierno, y aseguran que “las obras se acometen tras un periodo de observación y análisis del comportamiento de la planta durante sus primeros meses de funcionamiento”. Prevén finalizar antes del plazo establecido, que concluye el próximo 5 de diciembre.
Desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir solicitan la colaboración de la CAM y de la empresa encargada de la explotación de la desaladora, facilitando de esta forma “el trabajo con el objetivo de acortar los tiempos de ejecución y de reducir al mínimo las molestias que se puedan ocasionar a la población melillense”.
Aseguran que “se van a corregir ahora las anomalías surgidas durante este tiempo, que son habituales en este tipo de instalaciones que trabajan a gran potencia y elevadas presiones”.
Dado que la planta está en periodo de garantía, se van a sustituir además todos los elementos que en estos meses hayan acusado algún defecto para dejar la misma en perfectas condiciones. También se va a proceder a la revisión de toda la instrumentación de la desaladora.
Todas estas incidencias se supervisan en las reuniones periódicas que se mantienen entre los responsables del abastecimiento de la Ciudad Autónoma y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, estando fechada la próxima para el día 24 de este mes.
Por otro lado, la CHG “trabaja en la entrega de toda la documentación necesaria para la explotación de las instalaciones, que no es posible hasta tener completamente redactado el proyecto de liquidación o fin de obra cuyo plazo termina a finales de este año”.
Este proyecto de obra se enmarca dentro de los “compromisos asumidos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para la mejora del abastecimiento de la ciudad autónoma”, con los que, en el futuro, “garantizarán que la población melillense disponga de agua suficiente en cantidad y calidad”.