La Consejería de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte trabajará en 2020 con un presupuesto de unos 26 millones de euros. Así lo ha confirmado Rachid Bussian, titular del área, que ha adelantado que es una cuantía similar a la de este ejercicio y que, como novedad, se suprimirán las subvenciones nominativas “prácticamente en su totalidad”. Únicamente, ha dicho, se concederán dos: una para la instalación de ascensores en la urbanización Peñón de Vélez y, otra, para que el edificio de la Iglesia de la Castrense pueda recuperar su balconada original.
El cepemista ha comentado que, al tratarse de una Consejería “muy técnica”, hay partidas “muy comprometidas que no se puede tocar” como, por ejemplo, las cuantías que se destinan para el mantenimiento del alumbrado público o para la reparación de las calzadas. No obstante, Bussian matiza que aumenta la inversión para la rehabilitación de fachadas y para las ayudas del alquiler.
Las subvenciones nominativas, “prácticamente en su totalidad”, se suprimirán por las denominadas “subvenciones destinada a edificios de interés público” que se concederán mediante un procedimiento de concurrencia competitiva. Bussian explica que estas ayudas tienen como objetivo rehabilitar cualquier inmueble religioso y centro de culto “sin discriminación” de ningún tipo.