La delegada del Gobierno celebra que la Junta Electoral Central haya ratificado la exigencia de la identificación del elector a la hora de depositar su voto en Correo y que se haga extensible a todas las oficinas del territorio nacional. Reconoce que existe una investigación que se encuentra “bajo secreto de sumario” para poder certificar un presunto fraude electoral con el empleo del voto por correo.
A la espera de conocer los datos de este jueves, se han registrado un total de 11.002 solicitudes que supone el 19,94% del censo electoral de Melilla y que, teniendo en cuenta los datos de participación de las pasadas elecciones, se podrían decidir hasta 10 escaños solo con los votos emitidos en Correos.
Resalta que se ha llevado a cabo el mayor despliegue policial “de todos los tiempos” que han incorporado, como novedad, una dotación en el interior de la oficina, el puerto, el aeropuerto y la frontera, además de realizar un acompañamiento individualizado a los repartidores de Correos. Asimismo, ha indicado que nadie ha podido entregar más de cinco votos por correo, hasta el momento, porque se solicitaba su identificación y la de las personas titulares de los votos. Todo ello, con el objetivo de garantizar “un proceso electoral limpio”.
Determina la delegada que se han entregado 761 votos, de los cuales 161 han sido depositados en la península de manera individual. A pesar de no poder aportar datos concretos de la investigación que se está llevando a cabo porque se encuentra bajo secreto de sumario, Moh asegura que han existido actuaciones “en varios puntos de la ciudad” y pone de manifiesto el “desfase” que hay entre los datos de solicitudes de votos por correos y su entrega en oficina.
Considera importantísimo que, con las cifras que se daban en la ciudad, se haya tratado de atajar el problema con esta nueva exigencia y critica las “ocurrencias” de Mustafa Aberchan porque ha expresado ciertes cuestiones que “no parecen serias”.
Concluye Sabrina Moh que la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General “está sobre la mesa” y, una vez que finalicen las elecciones del 28 de mayo, habrá que hacer una “reflexión sobre lo que ha pasado en Melilla” para tomar medidas definitivas y a largo plazo.