Las familias del alumnado del Infantil del CEIP Real piden el cierre preventivo del centro y que, durante las obras de reforma de la cubierta y retirada del amianto, los estudiantes sean trasladados a las aulas modulares del antiguo cuartel de Santiago, que ahora están vacías. Por otro lado, la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (FAMPA) ha anunciado que van a poner en conocimiento de la Fiscalía de Menores este asunto.
Jésica Gómez, madre de un alumno del Infantil del Real, lo tiene claro. Quieren que haya un cierre preventivo del centro y que los estudiantes no regresen hasta que todas las obras estén terminadas.
A su modo de ver, lo mejor sería el traslado de los menores a las aulas modulares del antiguo cuartel de Santiago. Y es que, además del problema con las placas en los techos y las cubiertas, el centro presenta muchas otras deficiencias como humedades y problemas de accesibilidad.
Noelia Gómez, otra de las madres, ha señalado que ya ha comenzado la reparación de los techos en mal estado. Según les han dicho, se está empezando por las aulas más afectadas y después irán aula a aula. En su opinión, no deja de ser un parche, dado que los problemas del centro vienen de muy atrás.
Noelia no está llevando a su hija a clase desde que el lunes se enteró de lo que había pasado. Reconoce que le da mucha pena que la niña no vaya al colegio, pero entiende que es lo mejor, ya que está preocupada por si pasa algo.
Por último, Joan Casares, presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) ha adelantado que van a denunciar lo que está ocurriendo ante la Fiscalía de Menores, dado que se ha producido una reiterada falta de mantenimiento en ese centro.