La grave crisis sanitaria por la propagación de la COVID-19 y del confinamiento decretado para todos los ciudadanos con objeto de evitar el contagio del virus, dispuso que el Servicio de Acción Social de la Comandancia de la Guardia Civil llevase a cabo un plan integral para conocer las necesidades que pudiese tener el colectivo de los mayores, jubilados, viudas y en definitiva familiares del cuerpo, para ofrecerles la ayuda que pudiesen necesitar.
La obtención de los datos de contacto de estas personas, facilitados por la Asociación de Veteranos de la Guardia Civil en estrecha colaboración con los que se disponían en el Servicio de Acción Social de la Comandancia, hizo que en un principio fuesen más de 100 personas con las que se pudo contactar vía telefónica. De esta forma, se pudo conocer su estado y necesidades, ofrecerle cercanía y apoyo moral, así como entregarles en sus domicilios artículos demandados, entre los que destacan prescripción de recetas médicas, obtención y compra de medicamentos y otros de primera necesidad, como alimentos.
El boca a boca de esta atención dispensada ha hecho que a lo largo del periodo de confinamiento hayan sido más de 300 las personas atendidas de ese colectivo.
De entre todas esas atenciones, destaca por la edad y el agradecimiento mostrado, al igual que todos ellos, la llevada a cabo con el guardia civil Natalio Trujillo Maese, de 93 años, que en todo momento ha mostrado su inquietud y solidaridad, preocupándose por sus compañeros.
A todos se les ha facilitado como gesto de afecto, un diploma por su valerosa y serena actitud mostrada frente a la dolorosa situación vivida, confinados en su domicilio.