La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 55 años que llevaba oculto en su vehículo 42,7 kilogramos de hachís cuando se disponía a embarcar en un buque con destino a Málaga.
Los hechos ocurrieron el pasado 29 de febrero en el puerto de Melilla. A pesar de que el conductor afirmó que no tenía nada que declarar, los agentes decidieron realizar un registro minucioso del vehículo al comprobar “anomalías en las zonas bajas laterales”. El registro se saldó con 117 paquetes de hachís distribuidos entre el interior de las cuatro puertas, el suelo interior del conductor, la zona del copiloto y los “huecos naturales adosados al depósito del combustible”.
El varón de nacionalidad española ha sido puesto a disposición judicial por ser el supuesto autor de un delito contra la salud pública “en su modalidad de tráfico de drogas”.
Con esta actuación la Guardia Civil evita la distribución y comercialización en el mercado ilícito del orden de 171.000 dosis de este tipo de estupefaciente.