Continúa la huelga convocada por el Sindicato Médico de Melilla con la esperanza de que se alcance un acuerdo con el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) en la mesa sectorial de mañana.
Recuerda Carmen Gómez-Cano que «se va a impugnar uno de los puntos del día» porque se entiende que su intención es «criminalizar» las reivindicaciones de los facultativos. Aunque están abiertos a llegar a un consenso, se debería abordar el problema en una negociación bilateral y “no con el resto de los sindicatos médicos”.
Señala la miembro del Comité de Huelga que, de momento, no se ha recibido ninguna respuesta por parte de la delegada del Gobierno tras las dos reuniones mantenidas la semana pasada. Lamenta que «ninguna autoridad coja el toro por los cuernos» cuando es algo que «se puede resolver en cuestión de 48 horas». Apunta que las consecuencias reales de la huelga «se verán cuando acabe», aunque estima que son alrededor de 1.800 los pacientes afectados y que la lista de espera de “las cirugías no urgentes” se encuentra en los 32 días.
En cuanto a la concentración del domingo 7 de mayo a las 13.00 horas frente a la Delegación del Gobierno, recalca que la idea es «presionar a la Administración pública».
Aprovecha para hacer «un llamamiento a los políticos” para que se dejen de electoralismos baratos» y se centren en un asunto «de suma importancia».