La ONCE, en colaboración con el Ministerio de Educación y Formación Profesional, atiende a 22 estudiantes con discapacidad visual en Melilla para garantizar su inclusión educativa y social.
Los equipos que se encargan de que los alumnos ciegos sigan las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros están formados por maestros, “tanto de la ONCE como de la Administración pública”, especializados en discapacidad visual. En los diez centros de la ciudad donde se ofrece este servicio se forman a los docentes proporcionándoles estrategias, herramientas y recursos que “intervienen directamente con los estudiantes en aspectos vinculados a su ceguera”.
Además del contenido curricular de cada materia, los profesionales intervienen de manera multidisciplinar, “atendiendo a las necesidades detectadas por el profesor” para lograr que los alumnos alcancen unas capacidades óptimas para enfrentarse a su vida cotidiana, escolar y social. En este sentido, la familia es un pilar fundamental para la socialización de los niños, ya que es la que garantiza que los avances educativos sean exitosos. “Dado que los familiares no saben ni tienen por qué saber ciertos aspectos vinculados al desarrollo de sus hijos”, los docentes intervienen en diferentes áreas ofreciendo recursos en función de las necesidades detectadas a través de jornadas formativas y lúdicas.