El Salón Dorado del Palacio de la Asamblea ha sido el escenario en el que el Gobierno local ha organizado una oración intercultural por la paz en una ciudad que, en palabras del presidente Juan José Imbroda, es “divina y bendita” en la que se convive y vive “con un respeto entre las distintas comunidades religiosas que debe prevalecer siempre”. Palabras de agradecimiento al vicario episcopal de Melilla, al presidente de la Comisión Islámica (CIM) y al imán principal, al rabino principal de Melilla y al presidente de la Comunidad Israelita y, por último, al presidente de la Comunidad Hindú “por haber dado una lección inconmensurable” que, está convencido, “trascenderá a todo el mundo”.
El vicario episcopal de Melilla se refería al “recordado y querido” San Juan Pablo II, “quien en muchas ocasiones nos alentaba a ser artífices de paz” con estas palabras: no hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón. Que la paz exige verdad, justicia, amor y libertad, “cuatro condiciones esenciales”.
Apunta que la paz “es, al mismo tiempo, un don y una tarea, algo que se nos da y algo que tenemos que construir”. Apunta que el Papa Francisco “a todas horas nos repite y exhorta” que la paz “no es un producto industrial, sino que se construye cada día con nuestra vida, con nuestro amor, con nuestro querernos mutuamente”.
El presidente de la Comisión Islámica de Melilla (CIM) acompañó al imán principal y asesor religioso de la CIM. Defiende la prioridad por abstenerse de cualquier agresión y por preservar la vida, “la obligación moral y un deber de la persona para ayudar a aquel que lo necesita”.
Por su parte, el rabino principal de Melilla reclama “al señor del mundo, dueño y rey de la paz” que escuche el clamor de los que sufren por el terror, “sean del pueblo que sean”. Reza para que “se ponga fin a las olas de odio y al derramamiento de sangre”. Pide “que veamos las luces y no las sombras”, que encontremos lo que nos une, “que desde Melilla, ciudad de paz, convivencia y tolerancia, pidamos al mundo una paz verdadera y duradera”.
Además de la oración hindú, Ramesh Ramchand pronunciaba para finalizar el acto dos “grandes” frases de Gandhi, “el hombre de la no violencia, el hombre de la paz”.
☑️ Para mí, las diferentes religiones son bellas flores del mismo jardín o ramas del mismo majestuoso árbol.
☑️ Deja que las ideas y pensamientos sobre Dios vengan de todas partes. Hay un solo Dios con miles de nombres. Rézale de acuerdo a tu religión dando respeto a todas las demás.