La Policía Nacional ha vuelto a detener a una mujer que se dedica a visitar a domicilio a personas mayores que viven solas para robarles. Como ya es conocido, busca víctimas de edad avanzada que vivan solas, recaba información, las visita en sus casas, se hace pasar por asistenta social, se gana su confianza y, finalmente, distrae su atención y les sustrae dinero y joyas. En los dos últimos años ha sido detenida en siete ocasiones por hechos muy similares. Ya ha sido puesta a disposición judicial.
En la Jefatura Superior de Policía se tuvo conocimiento que el pasado sábado una mujer se personó en el domicilio de una persona mayor que vive sola en el barrio del Real haciéndose pasar por asistenta social del Ayuntamiento, “portando un carné simulado colgado del cuello y llamando a la víctima por su nombre para así ganarse su confianza y acceder al domicilio”. Una vez en el interior, finge estar limpiando la casa “para apoderarse de todas las joyas y el dinero que se va encontrando”. Cuando se marchó, la víctima, una mujer de 84 años, se percató de que le faltaban dos cadenas, un crucifijo de oro de gran valor sentimental y 625 euros.
De la investigación se hizo cargo el Grupo de Delincuencia Urbana (GDU). Tras identificar a la mujer, posteriormente la localizaron y detuvieron: tiene 37, es de nacionalidad española y residente en Melilla.
Se significa que este hecho delictivo concreto se ha producido estando decretado el estado de alarma, desobedeciendo el aislamiento domiciliario obligatorio, “encontrándose la víctima en una situación de mayor vulnerabilidad si cabe, poniendo en peligro la salud de este sector de más edad de la población que son los más afectados por la pandemia de la COVID-19”.